¿Es la giardia un parásito importante en perros y gatos?
A esta pregunta, dependi endo quien la responda, puede haber varias respuestas. Sin embargo, la respuesta debería ser siempre un contundente SI. Esto debido a que la incidencia es bastante alta en los países tropicales y subtropicales (de 36 a 50%); además es una enfermedad zoonótica, es decir, que se puede transmitir de los animales al ser humano. Es muy importante saber que aunque el animal esté parasitado, no necesariamente presentará síntomas, aunque sí contribuirá a la dispersión del parásito.
¿Qué es la giardia? Son protozoarios que viven en el intestino delgado de mamíferos, anfibios y aves.
Cuando el examen sale positivo no necesariamente el perro tendrá síntomas y si los tiene no necesariamente será por las giardias; podría también deberse a una infección viral, bacteriana u otro parásito que esté concomitantemente.
Tratamiento:
Por ser difícil el diagnóstico muchos veterinarios, aún sin encontrar el parásito, prefieren tratar al animal y así descartar la posibilidad de infección. Hay varios tratamientos para la giardia, pero el profesional idóneo para indicar qué producto, con qué frecuencia y cuánto tiempo utilizarlo será siempre su médico veterinario.
Mencionaremos algunos productos que se utilizan con efectos variables algunos de ellos y a veces con efectos secundarios o indeseables:
- Quinacrina: medicamento antiguo con efectos colaterales. Alta efectividad.
- Metronidazol: puede causar vómitos, anorexia y algunos signos neurológicos. Mal sabor. También actúa contra algunas bacterias. Tiene una efectividad de +/- 67%.
- Furazolidona: algo antigua. Puede causar vómitos y diarreas.
- Albendazol: efectivo siguiendo el programa recomendado por el veterinario. No se debe utilizar la posología del ser humano. Puede causar leucopenia (bajada en los glóbulos blancos).
- Fenbendazol: muy buen efecto siguiendo el programa recomendado por el veterinario.
- Combinación de pirantel, febantel y prazicuantel (Drontal® Plus): muy buen efecto siguiendo el programa recomendado por el veterinario. Tiene la ventaja que también elimina otro tipo de parásitos redondos y planos en el perro. Efectividad cercana al 90%.
Existe también una vacuna que funciona muy bien como prevención, aunque también se indica en el tratamiento para disminuir los síntomas, siempre en combinación con un desparasitante adecuado.
Los quistes eliminados con las heces pueden perdurar algún tiempo en el medio ambiente (tierra, pasto, zacate, jaulas, fuentes de agua, etc.), sobre todo si hay humedad y poco calor. Los desinfectantes a base de amonio cuaternario han demostrado ser eficaces en la eliminación de los quistes de la giardia, por lo que se recomienda la desinfección de las áreas donde está el animal con este tipo de productos.
Hay algunos criaderos que tienen infecciones severas por giardia y en estos lugares los tratamientos de los animales y del medio ambiente deben ser mucho más agresivos para poder llegar a controlar la infección. Esto también puede darse en tiendas de mascotas.
También es importante saber que los quistes de la giardia se pueden mantener en la piel y pelo del animal y por eso se ha recomendado en algunos casos la utilización de amonios cuaternarios diluidos en el área perineal, perianal y áreas circundantes por 5 minutos y luego bañarlos con champú.
¿Cómo se transmite? El perro y el gato se infestan al ingerir el quiste de giardia. En el intestino delgado el quiste se abre y libera la forma activa llamada trofozoito. Estas formas tienen flagelos que les permiten movilizarse. Se adhieren al intestino y se reproducen por división. Luego de una cantidad de divisiones, en una de las etapas, estas formas desarrollan una pared alrededor de sí mismas y pasan a los excrementos. El quiste de la giardia liberado en el excremento puede contaminar el ambiente y el agua e infectar por lo tanto a otros animales y personas.
En nuestra casa o en un criadero se puede llegar a introducir la giardia de varias maneras: con zapatos sucios con heces infectadas, introduciendo un perro o gato ya infectado o por medio de agua contaminada (por ejemplo, animales que beben agua de pozas, lagos, ríos u otras fuentes de agua contaminada).
¿Cuáles son los síntomas? Normalmente las infestaciones por giardia no presentan síntomas y cuando se presentan (mayormente en animales jóvenes) podemos encontrar:
- Diarrea (síntoma más común) que puede ser aguda y severa, intermitente o crónica. Generalmente los animales infectados no pierden su apetito pero pueden perder peso. Las heces son generalmente anormales, pálidas, mal olientes, de apariencia grasosa.
- Vómito.
- Pérdida de peso.
En el intestino, la giardia hace que la absorción de nutrientes se detenga, causa daños al intestino e interfiere con la digestión. Además por el proceso inflamatorio se multiplican bacterias nocivas. Los síntomas pueden aparecer desde los 5 días posinfección.
Diagnostico:
La giardiasis es muy difícil de diagnosticar porque el protozoario es muy pequeño y no está presente en todas las muestras de heces. Hay que hacer varias pruebas en los excrementos para poder encontrar el organismo. Para ver la forma activa, se mezcla una pequeña cantidad de materia con agua y se examina al microscopio. Como estos organismos tienen flagelos se les puede ver moverse. Las formas activas se encuentran más comúnmente en la materia fecal floja y fresca. Si se logra ver esta forma se podrá identificar un parásito móvil en forma de gota y se apreciarán unas formas con ojos, nariz y boca.
Desafortunadamente si el laboratorista o el veterinario no logran ver la forma activa o el quiste, esto no significa que el animal no esté infestado por este parásito, esto porque puede haber pocos parásitos, o en la muestra que se tomó no se encontraron parásitos. Es por esto que siempre se recomienda realizar exámenes de heces seriados, es decir, tres muestras de heces (ojalá en días diferentes) para asegurarnos de que el animal está o no parasitado.
Normalmente se debe utilizar la técnica de flotación con sulfato de zinc al 33% para visualizar más fácilmente los quistes.
En algunos países existe actualmente otro análisis que permite encontrar los antígenos del parásito en las heces (Elisa). Es más costoso, pero mucho más exacto. Otros exámenes más complejos y costosos son la inmunofluorescencia y los aspirados duodenales.
Zoonosis:
Como mencionamos anteriormente este parásito puede trasmitirse al ser humano, sobre todo a los niños que juegan en los jardines y areneros que pueden estar contaminados y al llevarse las manos a la boca pueden infestarse con los quistes de giardia.
http://www.petsymas.com/es-la-giardia-un-parasito-importante-en-perros-y-gatos/
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La Coccidiosis
Los responsables de esta enfermedad son los llamados coccidios, unos parásitos protozoos (organismos unicelulares) que se multiplican en el tracto intestinal de los perros. Cuando sacamos a nuestros amigos a dar un paseo para que puedan hacer sus necesidades, podremos detectar esta infección a la hora de recoger sus heces. Esta infección es especialmente común en animales jóvenes de criaderos, guarderías o residencias caninas donde al hacinamiento y el estrés son por lo general características típicas de la mayoría de estos sitios. Si un perro está infectado hará que otros se contagien a través de sus heces y entre uno a siete días ya estará contagiado. Los ooquistes (que así se llaman huevos donde están los parásitos), presentan una buena capa protectora que los hace muy resistentes en condiciones extremas. Se encuentran dentro de la materia fecal y pueden contaminar el suelo y las tarimas de madera como las de cemento húmedo y poco soleado. Los huevos pasan al tracto digestivo llegando al estómago donde los jugos gástricos eliminan la cubierta protectora donde son liberados los ocho esporozoitos que son las células infecciosas que se hayan dentro del huevo, pasan al intestino delgado invadiendo cada uno de ellos una célula intestinal, dentro de la cual se lleva a cabo un proceso de maduración que lo convierte en trofozoito, nombre que se le da al alimentarse de la célula que lo hospeda. El desarrollo continua hasta destruir la célula, transformándose en esquizonte, formando una estructura esferoidal, en cuyo interior se forman organismos más pequeños, los merozoitos. La esfera se rompe liberándolos e infectando nuevamente cada uno a otra célula, provocando una destrucción masiva de millones de células del intestino por cada huevo que sea ingerido. Los síntomas se observan cuando el cachorro presenta dificultades para crecer y puede observarse la anomalía característica ya que las patas traseras serán más altas que las delanteras. Por otro lado notaremos su estómago hinchado incluso puede que no tenga demasiada gana de comer, llegando incluso a comer piedras o sus propias heces, las cuales se manifiestan a modo de diarrea, apareciendo corpúsculos sanguinolentos en ellas. También hay una anemia fuerte como consecuencia de la pérdida de sangre y debilidad. Si no se diagnostica a tiempo pueden producirse infecciones en masa, provocando la muerte del animal. La especie que suele infectar a los perros es Isapora Canis. Los cachorros son afectados especialmente en el periodo comprendido entre la cuarta y sexta semana, esto no quiere decir que con más edad no se puedan infectar, hay casos en que ocurre. Por el contrario los perros adultos no sufren la enfermedad (salvo rara excepciones), sin embargo sí son una importante fuente de infección. Ante el menor síntoma debemos de llevarlo al veterinario y es conveniente que si podemos le llevemos una muestra de heces. A veces los resultados pueden ser negativos, esto no implica que no esté parasitado ya que podría encontrarse en una etapa en la que no está eliminando los huevos, por lo que es recomendable repetir el estudio. Es importante llevar el control rutinario mediante análisis de materia fecal, aunque no se observe diarrea ya que muchos cachorros son propensos a esta enfermedad. Un tratamiento adecuado se hará a través de una correcta prescripción farmacológica que llevará a cabo nuestro veterinario de confianza, aunque también será importante una buena hidratación y una correcta reposición de electrolitos y glucosa, ya que tendrán una pérdida importante de agua. El medicamento que se utiliza para la eliminación de los coccidios por norma general es la Sulfadimetoxina. Recuerda que el tiempo es de vital importancia en estos casos, por lo que, cuanto más rápido actúes, neutralizarás el microorganismo con mayor éxito. En muchas ocasiones se comprobó que a pesar de administrar correctamente el medicamento, los síntomas de diarrea perseveraban. Al investigar este contratiempo se llegó a la conclusión de que la coccidiosis se complica en presencia de giardias, las cuales se catalogan como organismos patógenos. Lo que ocurre es que la caída del sistema inmunológico debida a la coccidiosis, activa la manifestación de giardias las cuales no son patógenas en un organismo sano pero sí cuando sus defensas naturales bajan. Pero ¿qué son las giardias? Son otra clase de protozoo, un organismo unicelular que posee cinco flagelos, especie de latiguillos, que les permiten moverse y se fija en las paredes del intestino impidiendo la absorción de nutrientes además de alterar el balance natural de la flora intestinal. Se desarrolla en un periodo de cinco ó seis días. El resultado de esta afección es una importante pérdida de peso y un incremento anormal de los cachorros, de modo similar a la coccidiosis; su acción patógena se ve aumentada debido a la invasión oportunista de bacterias y hongos e incluso virus, que complican el cuadro patológico. También pueden causar daños permanentes en el intestino u otros órganos internos. Como los coccidios se detectan a través del microscopio, en donde se pueden ver quistes o especímenes en movimiento. Las muestras de materia fecal deben de ser frescas, para poder realizar un diagnóstico. Aún así, muchas veces es necesario examinar varias muestras antes de encontrar quistes debido a que estos son eliminados intermitentemente, por lo que una muestra podría dar negativo un día y positivo al día siguiente. Por lo tanto es importante tomar medidas para prevenirlo, cambiando el agua diariamente del cachorro si este está en el exterior ya que los pájaros transmiten esta enfermedad y pueden defecar en el agua contagiando al animal. Si no se trata una giardasis a tiempo los síntomas pueden agravarse. Es necesario tener en cuenta que las giardias pueden causar daños sin que los síntomas sean observables en las primeras fases de infección y que pueden se contagiadas a otros animales e incluso a los humanos. El tratamiento consistirá en administrar Dimetriazol entre seis y quince días, será el veterinario quien nos diga cómo y en que cantidad deberá de tomar el medicamento, ya que depende del estado y la gravedad de la enfermedad.
http://www.perros.com/articulos/la-coccidiosis.html
A esta pregunta, dependi endo quien la responda, puede haber varias respuestas. Sin embargo, la respuesta debería ser siempre un contundente SI. Esto debido a que la incidencia es bastante alta en los países tropicales y subtropicales (de 36 a 50%); además es una enfermedad zoonótica, es decir, que se puede transmitir de los animales al ser humano. Es muy importante saber que aunque el animal esté parasitado, no necesariamente presentará síntomas, aunque sí contribuirá a la dispersión del parásito.
¿Qué es la giardia? Son protozoarios que viven en el intestino delgado de mamíferos, anfibios y aves.
Cuando el examen sale positivo no necesariamente el perro tendrá síntomas y si los tiene no necesariamente será por las giardias; podría también deberse a una infección viral, bacteriana u otro parásito que esté concomitantemente.
Tratamiento:
Por ser difícil el diagnóstico muchos veterinarios, aún sin encontrar el parásito, prefieren tratar al animal y así descartar la posibilidad de infección. Hay varios tratamientos para la giardia, pero el profesional idóneo para indicar qué producto, con qué frecuencia y cuánto tiempo utilizarlo será siempre su médico veterinario.
Mencionaremos algunos productos que se utilizan con efectos variables algunos de ellos y a veces con efectos secundarios o indeseables:
- Quinacrina: medicamento antiguo con efectos colaterales. Alta efectividad.
- Metronidazol: puede causar vómitos, anorexia y algunos signos neurológicos. Mal sabor. También actúa contra algunas bacterias. Tiene una efectividad de +/- 67%.
- Furazolidona: algo antigua. Puede causar vómitos y diarreas.
- Albendazol: efectivo siguiendo el programa recomendado por el veterinario. No se debe utilizar la posología del ser humano. Puede causar leucopenia (bajada en los glóbulos blancos).
- Fenbendazol: muy buen efecto siguiendo el programa recomendado por el veterinario.
- Combinación de pirantel, febantel y prazicuantel (Drontal® Plus): muy buen efecto siguiendo el programa recomendado por el veterinario. Tiene la ventaja que también elimina otro tipo de parásitos redondos y planos en el perro. Efectividad cercana al 90%.
Existe también una vacuna que funciona muy bien como prevención, aunque también se indica en el tratamiento para disminuir los síntomas, siempre en combinación con un desparasitante adecuado.
Los quistes eliminados con las heces pueden perdurar algún tiempo en el medio ambiente (tierra, pasto, zacate, jaulas, fuentes de agua, etc.), sobre todo si hay humedad y poco calor. Los desinfectantes a base de amonio cuaternario han demostrado ser eficaces en la eliminación de los quistes de la giardia, por lo que se recomienda la desinfección de las áreas donde está el animal con este tipo de productos.
Hay algunos criaderos que tienen infecciones severas por giardia y en estos lugares los tratamientos de los animales y del medio ambiente deben ser mucho más agresivos para poder llegar a controlar la infección. Esto también puede darse en tiendas de mascotas.
También es importante saber que los quistes de la giardia se pueden mantener en la piel y pelo del animal y por eso se ha recomendado en algunos casos la utilización de amonios cuaternarios diluidos en el área perineal, perianal y áreas circundantes por 5 minutos y luego bañarlos con champú.
¿Cómo se transmite? El perro y el gato se infestan al ingerir el quiste de giardia. En el intestino delgado el quiste se abre y libera la forma activa llamada trofozoito. Estas formas tienen flagelos que les permiten movilizarse. Se adhieren al intestino y se reproducen por división. Luego de una cantidad de divisiones, en una de las etapas, estas formas desarrollan una pared alrededor de sí mismas y pasan a los excrementos. El quiste de la giardia liberado en el excremento puede contaminar el ambiente y el agua e infectar por lo tanto a otros animales y personas.
En nuestra casa o en un criadero se puede llegar a introducir la giardia de varias maneras: con zapatos sucios con heces infectadas, introduciendo un perro o gato ya infectado o por medio de agua contaminada (por ejemplo, animales que beben agua de pozas, lagos, ríos u otras fuentes de agua contaminada).
¿Cuáles son los síntomas? Normalmente las infestaciones por giardia no presentan síntomas y cuando se presentan (mayormente en animales jóvenes) podemos encontrar:
- Diarrea (síntoma más común) que puede ser aguda y severa, intermitente o crónica. Generalmente los animales infectados no pierden su apetito pero pueden perder peso. Las heces son generalmente anormales, pálidas, mal olientes, de apariencia grasosa.
- Vómito.
- Pérdida de peso.
En el intestino, la giardia hace que la absorción de nutrientes se detenga, causa daños al intestino e interfiere con la digestión. Además por el proceso inflamatorio se multiplican bacterias nocivas. Los síntomas pueden aparecer desde los 5 días posinfección.
Diagnostico:
La giardiasis es muy difícil de diagnosticar porque el protozoario es muy pequeño y no está presente en todas las muestras de heces. Hay que hacer varias pruebas en los excrementos para poder encontrar el organismo. Para ver la forma activa, se mezcla una pequeña cantidad de materia con agua y se examina al microscopio. Como estos organismos tienen flagelos se les puede ver moverse. Las formas activas se encuentran más comúnmente en la materia fecal floja y fresca. Si se logra ver esta forma se podrá identificar un parásito móvil en forma de gota y se apreciarán unas formas con ojos, nariz y boca.
Desafortunadamente si el laboratorista o el veterinario no logran ver la forma activa o el quiste, esto no significa que el animal no esté infestado por este parásito, esto porque puede haber pocos parásitos, o en la muestra que se tomó no se encontraron parásitos. Es por esto que siempre se recomienda realizar exámenes de heces seriados, es decir, tres muestras de heces (ojalá en días diferentes) para asegurarnos de que el animal está o no parasitado.
Normalmente se debe utilizar la técnica de flotación con sulfato de zinc al 33% para visualizar más fácilmente los quistes.
En algunos países existe actualmente otro análisis que permite encontrar los antígenos del parásito en las heces (Elisa). Es más costoso, pero mucho más exacto. Otros exámenes más complejos y costosos son la inmunofluorescencia y los aspirados duodenales.
Zoonosis:
Como mencionamos anteriormente este parásito puede trasmitirse al ser humano, sobre todo a los niños que juegan en los jardines y areneros que pueden estar contaminados y al llevarse las manos a la boca pueden infestarse con los quistes de giardia.
http://www.petsymas.com/es-la-giardia-un-parasito-importante-en-perros-y-gatos/
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La Coccidiosis
Los responsables de esta enfermedad son los llamados coccidios, unos parásitos protozoos (organismos unicelulares) que se multiplican en el tracto intestinal de los perros. Cuando sacamos a nuestros amigos a dar un paseo para que puedan hacer sus necesidades, podremos detectar esta infección a la hora de recoger sus heces. Esta infección es especialmente común en animales jóvenes de criaderos, guarderías o residencias caninas donde al hacinamiento y el estrés son por lo general características típicas de la mayoría de estos sitios. Si un perro está infectado hará que otros se contagien a través de sus heces y entre uno a siete días ya estará contagiado. Los ooquistes (que así se llaman huevos donde están los parásitos), presentan una buena capa protectora que los hace muy resistentes en condiciones extremas. Se encuentran dentro de la materia fecal y pueden contaminar el suelo y las tarimas de madera como las de cemento húmedo y poco soleado. Los huevos pasan al tracto digestivo llegando al estómago donde los jugos gástricos eliminan la cubierta protectora donde son liberados los ocho esporozoitos que son las células infecciosas que se hayan dentro del huevo, pasan al intestino delgado invadiendo cada uno de ellos una célula intestinal, dentro de la cual se lleva a cabo un proceso de maduración que lo convierte en trofozoito, nombre que se le da al alimentarse de la célula que lo hospeda. El desarrollo continua hasta destruir la célula, transformándose en esquizonte, formando una estructura esferoidal, en cuyo interior se forman organismos más pequeños, los merozoitos. La esfera se rompe liberándolos e infectando nuevamente cada uno a otra célula, provocando una destrucción masiva de millones de células del intestino por cada huevo que sea ingerido. Los síntomas se observan cuando el cachorro presenta dificultades para crecer y puede observarse la anomalía característica ya que las patas traseras serán más altas que las delanteras. Por otro lado notaremos su estómago hinchado incluso puede que no tenga demasiada gana de comer, llegando incluso a comer piedras o sus propias heces, las cuales se manifiestan a modo de diarrea, apareciendo corpúsculos sanguinolentos en ellas. También hay una anemia fuerte como consecuencia de la pérdida de sangre y debilidad. Si no se diagnostica a tiempo pueden producirse infecciones en masa, provocando la muerte del animal. La especie que suele infectar a los perros es Isapora Canis. Los cachorros son afectados especialmente en el periodo comprendido entre la cuarta y sexta semana, esto no quiere decir que con más edad no se puedan infectar, hay casos en que ocurre. Por el contrario los perros adultos no sufren la enfermedad (salvo rara excepciones), sin embargo sí son una importante fuente de infección. Ante el menor síntoma debemos de llevarlo al veterinario y es conveniente que si podemos le llevemos una muestra de heces. A veces los resultados pueden ser negativos, esto no implica que no esté parasitado ya que podría encontrarse en una etapa en la que no está eliminando los huevos, por lo que es recomendable repetir el estudio. Es importante llevar el control rutinario mediante análisis de materia fecal, aunque no se observe diarrea ya que muchos cachorros son propensos a esta enfermedad. Un tratamiento adecuado se hará a través de una correcta prescripción farmacológica que llevará a cabo nuestro veterinario de confianza, aunque también será importante una buena hidratación y una correcta reposición de electrolitos y glucosa, ya que tendrán una pérdida importante de agua. El medicamento que se utiliza para la eliminación de los coccidios por norma general es la Sulfadimetoxina. Recuerda que el tiempo es de vital importancia en estos casos, por lo que, cuanto más rápido actúes, neutralizarás el microorganismo con mayor éxito. En muchas ocasiones se comprobó que a pesar de administrar correctamente el medicamento, los síntomas de diarrea perseveraban. Al investigar este contratiempo se llegó a la conclusión de que la coccidiosis se complica en presencia de giardias, las cuales se catalogan como organismos patógenos. Lo que ocurre es que la caída del sistema inmunológico debida a la coccidiosis, activa la manifestación de giardias las cuales no son patógenas en un organismo sano pero sí cuando sus defensas naturales bajan. Pero ¿qué son las giardias? Son otra clase de protozoo, un organismo unicelular que posee cinco flagelos, especie de latiguillos, que les permiten moverse y se fija en las paredes del intestino impidiendo la absorción de nutrientes además de alterar el balance natural de la flora intestinal. Se desarrolla en un periodo de cinco ó seis días. El resultado de esta afección es una importante pérdida de peso y un incremento anormal de los cachorros, de modo similar a la coccidiosis; su acción patógena se ve aumentada debido a la invasión oportunista de bacterias y hongos e incluso virus, que complican el cuadro patológico. También pueden causar daños permanentes en el intestino u otros órganos internos. Como los coccidios se detectan a través del microscopio, en donde se pueden ver quistes o especímenes en movimiento. Las muestras de materia fecal deben de ser frescas, para poder realizar un diagnóstico. Aún así, muchas veces es necesario examinar varias muestras antes de encontrar quistes debido a que estos son eliminados intermitentemente, por lo que una muestra podría dar negativo un día y positivo al día siguiente. Por lo tanto es importante tomar medidas para prevenirlo, cambiando el agua diariamente del cachorro si este está en el exterior ya que los pájaros transmiten esta enfermedad y pueden defecar en el agua contagiando al animal. Si no se trata una giardasis a tiempo los síntomas pueden agravarse. Es necesario tener en cuenta que las giardias pueden causar daños sin que los síntomas sean observables en las primeras fases de infección y que pueden se contagiadas a otros animales e incluso a los humanos. El tratamiento consistirá en administrar Dimetriazol entre seis y quince días, será el veterinario quien nos diga cómo y en que cantidad deberá de tomar el medicamento, ya que depende del estado y la gravedad de la enfermedad.
http://www.perros.com/articulos/la-coccidiosis.html
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